Esta es la última semana de la primera vuelta, yo la única que quedaba en asumir el papel de observadora. Y, enlazando esto con el hecho de que cada día tenemos que ir hilando más fino, limando la información que queremos incluir en nuestro trabajo, es el momento de resumir lo que llevamos hecho hasta ahora; de hacer balance y rechazar algunas cosas.
Así, Adriana, que las primeras semanas leyó mucho sobre personajes españoles que se exiliaron en época de Franco, esta semana se centrará en el arte, su definitivo apartado: Un libro sobre Dalí en el Régimen (parece que el dictador concedía ciertas prerrogativas a algunos artistas de renombre como el que se acerca al sol que más calienta, no por sincero interés) y otro que analiza los daños que causó la Guerra civil a determinados edificios de valor artístico.
Por su parte, Samuel, que hasta ahora había extraído información de los manuales recomendados en la bibliografía de esta asignatura, está ya enfrascado en su tema con el libro Historia del cine en España de Emeterio Díez Puertas, que trata sobre los acuerdos cinematográficos entre España e Italia, la institución de intercambio y propaganda que fundaron...y también sobre sus desavenencias. Y que trata, en general, sobre el funcionamiento del oficio de actor en la época: sueldos bajos, listas negras, escenas peligrosas...
A este respecto, también nos ha llegado la convovatoria de la Facultad de Ciencias de la Información a unas jornadas sobre historia y cine, El franquismo en dos pantallas. Desafortunadamente, ninguno de nosotros podrá asistir, pero seguiremos el consejo del programa: valernos, para nuestra reconstrucción de la época, de series actuales, como Cuéntame cómo pasó o Amar en tiempos revueltos.
Fernando lleva desde el principio con el manual de Historia Contemporánea de España, conociendo la política oficial cultural censuradora desde el cristal de Álvaro Ferrary. Con él continuará esta semana.
Marina se ocupó de hacerse con la bibliografía recomendada específicamente para el tema de nuestro trabajo, y yo leí a Standley G. Payne y aparqué el ensayo del escritor francés G. Bernanos, por encontrarlo demasiado panfletario para los resultados que queremos lograr.
Todo esto sobrevolando a vista de pájaro las páginas de novelas, citas y poemas de grandísimos escritores de la época, como Martín Gaite, Delibes, J. Sender, Laforet, Ridruejo, Lorca, Gil de Biedma...
...Cada generación de escritores tiene entre sus filas a más de un exiliado. Yo, esta semana, voy a tratar de empezar a seleccionarlos, ayudada por el libro Exilio de la Fundación Pablo Iglesias, y del manual Protagonistas del S.XX. Hombres y mujeres que cambiaron el curso de la Historia, después de haber podido acudir en el día de ayer a la conferencia que organizó nuestro decano sobre la narrativa en el exilio, en la que pude escuchar y hacer preguntas sobre este tema a tres escritores mexicanos (hijos de exiliados de la guerra civil española): Anamari Gomís, Federico Patán y José Antonio Matesanz.
Muy buen resumen de la reunión de grupo.
ResponderEliminarAtentamente,